¿EN QUE CONSISTE EL BRANDING?
¿En qué consiste el branding?
Hablar de branding es hablar de mucho más que un simple concepto de mercadotecnia. Es uno de los términos que menos se conocen y sobre los que menos se habla, cuando en realidad, es la piedra angular de toda estrategia.
Como sabemos, el Márketing ha dejado de vender productos para vender experiencias de usuario: no compramos un coche, compramos una forma de entender la vida familiar, individual o los retos personales, eso es experiencia de usuario.
Por ello, a la hora de plantear una estrategia o un plan de marketing debemos tener muy en cuenta el branding y las tácticas que seguiremos para que nuestra marca sea un valor activo que nos diferencie y fidelice a nuestros clientes.
El éxito de un producto reside en la certeza con la que seamos capaces de diseñar nuestra “marca”.
Pero ¿qué es el branding?
Branding no es más (ni menos) que construir, crear y dar forma a una marca determinada. Creando símbolos, ideas y experiencias de usuario que permitan a los usuarios relacionar rápido la marca con un producto y la experiencia misma; es decir, es lo que todos tenemos en la cabeza cuando escuchamos “Apple” o “Coca-Cola”.
No es fácil llegar a ese punto de inflexión. Para reconocer ese valor imprescindible y único que diferencia nuestra marca, nuestra empresa y nuestra filosofía, necesitamos partir de varios conceptos elementales: La Filosofía Corporativa y su Posicionamiento.
Es fundamental que nuestra marca tenga una historia, que sea ese valor único que aportamos: un iPhone no es sólo un Smartphone y una Harley Davidson no es sólo una moto.
Se trata de encontrar esa propuesta de valor única que confiera a nuestra marca una serie de asociaciones de ideas positivas y de lealtad, de soluciones, de prestaciones vinculadas emocionalmente con el cliente, que hagan que cualquiera asocie determinados conceptos y valores con nuestra marca y la distinga de las competencias.
La estrategia de branding no termina una vez que el proceso creativo de construcción inicial acaba, sino que se renueva con cada nueva oleada de usuarios, con cada variación de audiencia, de perfiles, de cambios en nuestro nicho de mercado y, por ello, debemos siempre estar atentos y revisar constantemente nuestra reputación.
La cultura y la sociedad cambian constantemente y nuestra marca debe adaptarse a dichos cambios o la competencia nos eliminará de la mente de los usuarios.
Crear una estrategia de branding, dar una imagen, una idea, un concepto a nuestra marca no es una tarea fácil de conseguir y requiere una gran dosis de creatividad, psicología y experiencia, y mantenerla vigente es aún más compleja. Acércate a especialistas en la materia.